Me gusta el otoño, y aún más el invierno, así de claro. Pero parece ser que no soy el único, a los nuevos miembros que van llegando a la familia tampoco parece importarles. Casi todos han sido bebés de invierno nacidos con el frío.
La nota discordante sin embargo la ha dado el último integrante de la familia en llegar. El pequeño Samuel nacía en la última semana del verano, aunque no cabe duda de que tendrá que hacer frente al frío con muy poquitos meses. Abrigaros bien que ¡empezamos!
Los bebés y el frío
El primer bebé de la segunda temporada de la familia fue Gordito, mi hijo mayor. Nació en Noviembre, en mitad del otoño de 2012 que no resultó ser demasiado frío. De hecho recuerdo que salimos del hospital en manga corta, aunque el bebé no corrió la misma suerte.
Como buenos padres primerizos nos asustamos de que por algún motivo nuestro pequeño fuera a pasar frío en la calle. Para remediarlo le pusimos un buen body, un conjunto calentito con rebequita y una mantita. Más tarde y gracias a tiendas online y webs como beautynins.es entre otras aprendimos la mejor forma de vestir a abrigar al bebé correctamente.
A nuestro favor diré que vivíamos al lado del hospital, por lo que el soporífero trayecto de Gordito duró muy poco.
El segundo bebé de la segunda temporada fue mi sobrina, que decidió compartir estación con su primo eligiendo Octubre para sus futuros cumpleaños. Nuevamente resultó ser un otoño inusualmente caluroso el de ese 2013. Pero eso daba igual, para salir del hospital hay que abrigar al bebé y punto. Está en el decálogo no escrito de los padres primerizos y temerosos.
Quizás ya un poco cansados de pasar calor, las nuevas incorporaciones decidieron fijarse en el invierno para venir al mundo. Así lo hizo mi segundo sobrino que llegó en plena ola de frío en Enero y mi segundo hijo en Diciembre del año siguiente. Además, Trasto nació en pleno temporal y parece que trajo el agua consigo, pues 2018 resultó ser un año muy lluvioso.
Y la verdad es que con el tiempo deberíamos ser más sabios, haber aprendido algo. Pero al menos en mi caso, es ver esa carita tan inocente y su pequeño e indefenso cuerpo que sólo pienso en abrigarlo para que esté protegido, ignorando en gran medida el tiempo que haga en el exterior.
Cómo vestir al recién nacido
Dejando atrás los miedos, hay algunos consejos o trucos que podemos seguir para que el bebé esté correctamente abrigado sin pasarnos.
A la hora de salir del hospital con nuestro pequeño o pequeña podemos seguir estas recomendaciones:
- Viste al bebé acorde a la temperatura que haga fuera. Si hace calor no lo abrigues en exceso. En esos casos es recomendable usar un body de manga corta.
- Si el tiempo es frío no olvides proteger su cabecita, pies y manos. Son partes muy sensibles.
- Cúbrelo con una sábana o mantita del grosor apropiado.
- Cámbiale el pañal antes de salir del hospital. Hazlo aunque el trayecto sea muy corto. Será una forma de hacer que su primer contacto con el exterior sea lo más cómodo posible.
Y una vez en casa hay una regla que viene muy bien para proteger al bebé del frío invernal. Una capa más. Esta norma viene a decir que vistas a tu bebé con una capa más de ropa de la que lleves tú para estar a gusto.
Conclusión
Como ves, vestir y abrigar al bebé no es ningún misterio, aunque nuestros miedos siempre estén presentes. Supongo que es parte del precio a pagar por la maravillosa experiencia de ser padre o madre.
¿Y tus hijos? ¿Fueron, son o serán bebés de frío o de calor? Cuéntamelo en los comentarios.